Difícilmente surja esta pregunta durante el enamoramiento y mientras su magia persista, porque el enamorado no necesita preguntarse nada, ya tiene todas las respuestas. 
El desconcierto sobreviene después. Es en ese instante cuando se preguntan:¿cómo aquella persona en que encontraba todo, hoy puede ser tan distinta y lejana a mis deseos?

John Lennon, en su hermosa canción, dice:

“Nos hicieron creer que el gran amor solo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años.

No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.

No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, que era eso lo que funcionaba.

No nos contaron que eso tiene nombre: anulación.

Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos.

Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.

Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas están equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto.

Cada uno lo va a tener que descubrir sólito. Y ahí cuando estés enamorado, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien”.

Si leemos con detenimiento esta sabia canción, podremos ver con más claridad en lo que se basa una relación de pareja.

Enriqueciendo estas palabras tenemos el pensamiento de Fritz Perls, psicoanalista gestáltico,quien tanto nos legó para que fortalezcamos nuestro Yo:

“Yo soy Yo y tú eres tú, no estoy en el mundo para colmar tus expectativas, ni tú estás en el mundo para colmar las mías.
Yo estoy para ser yo mismo y vivir mi vida, Tú estás para ser tu misma y vivir tu vida. Si nos encontramos, será hermoso. Si no nos encontramos, no habrá nada que hacer”.

Quizá no exista otra forma de comenzar que ésta, al menos la primera vez que nos enamoramos, pero debemos saber que con el tiempo el otro comienza a emerger en su verdadera dimensión humana y no aquella otra idealizada; entonces es probable que nos invada la desilusión y el reproche. Son los nubarrones que anteceden ala crisis.

Los aspectos básicos de una relación íntima son:

Amor Confianza Atracción Proyecto Vital Compartido Comunicación

La intimidad no existe sin estos cinco aspectos.

Encontrarnos con nuestro niño interior es el primer paso hacia el crecimiento para no trasladar a la pareja todas las vivencias no satisfechas.

Un enorme abrazo,  Matilde Garvich